El Arte de Fumar un Habano en Vuelta Abajo

Fumar un habano no es simplemente encender un cigarro y dejar que el humo fluya. Es una experiencia que se construye con paciencia, conocimiento y respeto por la tradición. En Vuelta Abajo, entendemos que cada habano cuenta una historia: la de su origen en los suelos fértiles de las mejores regiones tabacaleras, la de su meticulosa elaboración por manos expertas y, finalmente, la del momento en que se enciende y se disfruta.

Desde nuestros inicios, hemos cultivado un espacio donde los amantes del buen tabaco pueden profundizar en este arte, aprendiendo a elegir, encender y degustar un habano con la misma atención al detalle con la que fue creado. Esta sección está diseñada para guiar tanto a quienes dan sus primeros pasos en el mundo del tabaco como a los conocedores que buscan perfeccionar su técnica.

En Vuelta Abajo, fumar un habano es más que un acto; es un ritual de disfrute, una pausa en el tiempo que combina tradición, sofisticación y placer. Acompáñanos en este recorrido y descubre los secretos para aprovechar al máximo cada calada.

Elección del Habano

El primer paso es seleccionar un habano acorde a tu experiencia y preferencias:

Tamaño y grosor: Un habano más grueso tendrá una fumada más fresca y pausada, mientras que uno delgado será más intenso.

Fortaleza: Si eres principiante, opta por un habano de fortaleza suave o media; los más experimentados pueden elegir opciones más robustas.

Aroma y capa: Observa la capa (la hoja exterior), debe ser uniforme, sin grietas y con un aroma agradable.

Corte del Habano

El corte correcto es clave para una buena fumada:

Utiliza una guillotina, un cortapuros de doble hoja o un punch (sacabocados).Corta aproximadamente 2-3 mm de la cabeza, evitando dañar la estructura del tabaco.Si cortas demasiado, el habano puede deshacerse o quemarse de manera irregular.

Encendido Correcto

Para preservar los sabores del tabaco, el encendido debe hacerse con cuidado:

Usa un soplete de gas butano o fósforos largos de madera (evita encendedores de gasolina o velas, ya que alteran el sabor).

Gira el habano suavemente sobre la llama sin tocarla, asegurándote de calentar el pie del cigarro de manera uniforme.

Lleva el habano a la boca y da suaves bocanadas mientras continúas girándolo para un encendido homogéneo.

La Fumada

Fumar un habano no es como fumar un cigarrillo, el humo no se inhala:

Toma caladas pausadas y suaves cada 30-60 segundos para evitar que se caliente demasiado.

Mantén el humo en la boca unos segundos para percibir los sabores antes de soltarlo.

Disfruta los matices del tabaco, desde los aromas iniciales hasta la evolución del sabor en cada tercio del habano.

El Ritmo y la Combustión

Para disfrutar al máximo, respeta el ritmo natural del puro:

No fumes demasiado rápido para evitar que se recaliente y adquiera un sabor amargo.

Si el habano se apaga, vuelve a encenderlo sin soplar sobre la brasa; simplemente calienta la punta y retoma la fumada.

No es necesario golpear la ceniza como en un cigarrillo. Déjala caer por sí sola en un cenicero adecuado cuando tenga alrededor de 2 cm.

El Final de la Experiencia

Un habano no se apaga aplastándolo. Se deja reposar en el cenicero y se extinguirá solo.

El final del puro es un momento personal. Algunos lo fuman hasta que quedan 3-4 cm, mientras que otros lo disfrutan hasta casi el final.

Acompaña la experiencia con una bebida adecuada, como ron, whisky o café, para resaltar los sabores del tabaco.

Conclusión

Fumar un habano en Vuelta Abajo es más que un acto; es una tradición que combina técnica, paciencia y placer. Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de cada puro como se debe, apreciando la calidad y el trabajo artesanal detrás de cada uno.

Si deseas profundizar más en la cultura del habano, te invitamos a nuestras catas y experiencias exclusivas, donde podrás perfeccionar tu técnica acompañado de expertos.

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